viernes, 19 de junio de 2009

" MANOS "

  • Pieza única
  • Materiales y Técnica: metal reciclado, soldado y laqueado

- MANOS -

Una vez una gitana intentó leerle las manos… y no pudo.
Ponía cada mano en distintas posiciones… miraba, entornaba los ojos para mirar más.
Y finalmente dijo con acento morisco: ¡No puede ser! Tus líneas no me hablan… al menos en una lengua que pueda comprender! ¡Válgame Dios! ¿Eres tú de este planeta?
Recuperó sus manos, le dijo dubitativo: ¡Creo que sí! y se fue riendo.
Una mañana amanecieron sus manos sin líneas.
Las palmas lisas, como si se hubieran borrado. Primero se asustó un poco. Luego comenzó a disfrutar la tersura. Mano contra mano. Llevo los dedos lisos al rostro y se propinó una caricia marmórea y tibia. Sintió un cosquilleo casi imperceptible y se miró las palmas.
Como si nacieran de dentro, comenzaron a dibujarse las líneas… inventando un recorrido, buscando el diseño, un trazo renovado.
Luego pareció que todo estaba bien y siguió el día con sus tareas y afanes.
Usó sus manos, para lavarse, para tomar los utensilios, para asir las herramientas, para acariciar a su amada, para rascarse la cabeza, para tomar el volante… la lista sería interminable.
Llegó la noche. Las líneas estaban ahí. Con el renovado dibujo que le naciera por la mañana. Se fue a dormir.
Las líneas comenzaron una danza nocturna. Treparon sus brazos como hilos animados. Entre sueños, percibió unas cosquillas que lo estremecían leve… placenteramente.
Por momentos se anudaban y permanecían quietas. Luego recomenzaban su marcha.
Se entretuvieron, tal vez demasiado, provocando inquietud en su sexo.
Llegaron a las rodillas, los tobillos… Allí se detuvieron, (claro, ya sería invasión de territorio), y emprendieron el regreso. Esta vez cambiaron el rumbo, volvieron cimbreando por las pantorrillas, los glúteos, la espalda. Anidaron en el cuello. Como un árbol de raíces invertidas se extendieron por nuca, cabeza, rostro, en una caricia ancestral. Y lentamente… parsimoniosamente… fueron a buscar el cobijo de esas manos que sabían suyas.
Por la mañana miró sus manos y allí estaban. Tal vez algo desordenadas, pero en su sitio. Extrañó la suavidad de la lisura, pero se alegró de verlas otra vez allí.
Se miró al espejo, y encontró un par de líneas nuevas en su rostro… Se sintió un poco más viejo esa mañana… pero feliz. Y se preparó para construir el nuevo día.
¿Quieres que te lea el destino? le había preguntado la gitana. Es cierto pensó: El destino está en mis manos.

Texto: *Patricia* -http://literatura-elcristal.blogspot.com/

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jugas con las manos,yo con las palabras...no me vas a ver,o sea mi foto,desaparecio de todos los blogs!pero ahi estoycomo lidiagavartelp
un abrazo
lidia

Lilya Nuratis dijo...

La semana pasada, paseando por san telmo vi unas esculturas muy similares a las suyas... y pense: seran????!!!! habra que preguntar!!!

Besos!!! me encanto esta entrada!!!
Lilya

Anónimo dijo...

Esa mano........se abrió para soltar mis ilusiones, para botarlas quizás por la borda. Esa que alguna vez (desde ella)permitió que imaginaras esos peces. Y profundizando, pienso, imagino, me convenzo....que esa mano,....tal vez fue la que te llevó a volar y ser cual esos pájaros.
Incondicional.
Amaranta

Anónimo dijo...

hola Nacho, tanto tiempo que no pasaba por aca...que hermosos trabajos haces...siempre desde que fuiste uno de los primeros seguidores de mi blog,y yo me embelece con tanta armonía...que aun sigue estando
gracias amigo por compartir!gracias
lidia-la escriba

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